viernes, 12 de mayo de 2017

SI DIOS PERDONA Y OLVIDA, ¿POR QUÉ YO NO?




¿Será cierto que podemos recibir un perdón inmerecido? ¿Será posible que por las cosas malas que hemos hecho (porque hasta inconscientemente las hacemos) Dios podrá perdonarnos?
Jocosamente se dice que Dios sufre de Alzheimer… 

¡Si! Él promete que si confesamos nuestras faltas, las olvida y es como si las tirara al fondo del mar y además es claro en decir que “nunca más sacordará de ellas…” Asombroso, ¿verdad?

Entonces, si Dios perdona y olvida, ¿por qué nosotros no podemos hacer lo mismo? ¿Por qué es tan difícil para nosotros pasar por alto una ofensa? Te imaginas si Jesús, cuando vino a esta tierra (que por cierto, va a volver, y muy pronto), al sentirse tan humillado y despreciado, no hubiera sentido tanto amor y compasión por esta humanidad? ¿En quién estaría depositada nuestra esperanza?
Una cosa es que cada uno de nosotros debamos afrontar las consecuencias de nuestros actos. Otra muy distinta es ponernos en la posición de jueces, queriendo señalar, sin mirar la viga que hay en nuestro ojo. Recuerda, Dios sabe, Dios oye, Dios ve. Y Dios actúa. No te pongas en su lugar.

“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quien quiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a tí mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo” Romanos 2:1


El mañana puede no venir para tí. El día de poner tus cuentas claras con Dios, es hoy. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

DAR GRACIAS

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” 1a Tesalonicences 5:18 Cada tercer Ju...