viernes, 25 de agosto de 2017

EL PERDÓN ES UN ACTO DE AMOR





"Jehová, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado". Salmos 130:3-4

Nadie que no se cubra con la justicia de Cristo podrá ser y sentirse perdonado. Quien no confiese sus pecados y se aparte de ellos, no alcanzará Misericordia. Todo aquel que cometa faltas en contra de Dios y no reconozca que se equivocó y acuda a Dios en busca de luz para no volver a caer, no podrá sentir el gozo y la paz que trae al Corazón el sentirse perdonado.

El perdón es un acto de amor. Dios nos ama, por eso nos perdona. Pero no es al azar, que escoge a unos sí y a otros no, Dios no trabaja así. Dios perdona a TODO aquel que se arrepiente de su falta. Y lo mejor, NUNCA más se acuerda de esa falta, es como si esa confesión la arrojara a lo profundo del mar.

¿Por qué entonces nosotros no perdonamos? Somos tan mazoquistas, que hasta nuestras propias faltas nos torturan en el recuerdo. Si ya las confesaste y te apartaste de ellas, Dios ya te perdonó. Ya lo olvidó.

Y ¿por qué entonces no somos capaces de perdonar una falta contra mi? Si Dios, que es Dios, Soberano del universo, Rey de Reyes y Señor de Señores, perdona, ¿cuánto más debo hacerlo yo?

El no perdonar enferma, te convierte en un ser lleno de odio y rencor, te roba tu paz y siembra en tí amargura. Hoy puede ser el día que marca la diferencia en tu vida. Atrévete a perdonar.
  
Recuerda, el mañana puede no venir para tí. El día de poner tus cuentas claras con Dios, es hoy.


DAR GRACIAS

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