“Deléitate
así mismo en el Señor y él te concederá las peticiones de tu corazón” Salmos
37:4
Un
verso muy conocido, ¿verdad? Y también una poderosa promesa. Pero, ¿qué es
deleitarnos en Jehová?
Cuando
vives tu vida conforme a los propósitos divinos y a los lineamientos del
cielo, cuando en tu cotidianidad
reflejas, hasta en lo más pequeño, que eres un hijo de Dios, cuando te apartas
de todo aquello que sabes que al Señor le desagrada, cuando tu casa tiene el
resguardo de los ángeles y confías que tu familia está protegida por ellos,
cuando a todos les hablas de Aquel que transforma tu vida entera, cuando otros
vean en tí alguien diferente... Entonces, sólo entonces, te habrás deleitado en
Jehová y nadie podrá quitarte la paz, aún en medio de la tormenta.
Sólo
en ese momento podrás tener la certeza que Dios respondera tus peticiones, no
solo a las cosas espirituales (que son las que más deben ocuparnos), sino también
a las materiales. Pero nunca olvides que el Señor responderá conforme sea su
voluntad. Y como Dios siempre quiere lo mejor para tí, ¡entonces no hay
de que preocuparse!
“Encomienda
a Jehová tu camino y confía en él, y él hará” Salmos 37:5
El
mañana puede no venir para tí. El día de poner tus cuentas claras con Dios, es
hoy.