Quien
cree que vivir en y con Dios significa la ausencia de problemas, ciertamente
está equivocado. Nuestro mundo se deteriora cada vez más y la presencia de Dios
lentamente también se retira. El tiempo de gracia y misericordia pronto
terminará, y así, como cuando entró Noé en el arca, los que quedaron fuera se
burlaban de él cuando el diluvio no llegaba; y cuando llegó si querían entrar,
ya era tarde. (Demasiado tarde). Así mismo sucederá con el fin del tiempo de la
gracia para este mundo.
Hoy,
al despertar, es un nuevo día de misericordia para tí y para mí. ¿Estás seguro
que mañana estarás vivo? No, ¿verdad? Nadie tiene esa certeza. No esperes que
sea tarde.
Las
pruebas y los desafios de este mundo deben servirnos para entender que sin Dios estamos perdidos, rumbo al desierto. Con
Dios, a pesar que seguirán las pruebas y las dificultades, nuestra vida será un
oasis de bendición, en donde nuestra fe en un Dios vivo se fortalecerá, porque
sabemos que él nos sostiene.
Recuerda,
el mañana puede no venir para tí. El día de poner tus cuentas claras con Dios,
es hoy.
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