“Y le llevó el diablo a un alto monte y le mostró
en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A tí te daré
toda esta potestad y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada y a
quien quiero la doy. Si tu postrado, me adorares, todos serán tuyos” San Lucas
4:5-6
Es interesante este versículo que trata el tema de
la tentación de Jesús, sobre todo cuando el diablo usa la expresión “a mí ha
sido entregada”, refiriéndose a la potestad de este mundo. ¿Acaso quién se la
entregó?
En el jardín del Edén, Dios le había entregado a
Adán y Eva una tierra próspera, fructífera y bendecida. Ellos eran los amos de
este mundo. Pero al ceder a la tentación, cedieron también al dominio que tenían.
Y ahora era Satanás quien dominaba.
¡Qué triste! Por eso fue necesaria la promesa de
un Salvador. Uno que vino y volverá a rescatar a este mundo de las manos de
Satanás.
Solo hay dos bandos, solo hay dos caminos. Si no
estás en uno, necesariamente estás en el otro, no hay término medio. Jesús, al
venir a este mundo, morir en una cruz y resucitar para ir al cielo a interceder
por tí y por mí, ganó la batalla. Satanás sabe que está vencido, pero no
descansará hasta atraer a él a los que más pueda.
Y tu, ¿de qué lado estás? Jesús viene pronto, de
eso no hay duda. No es un mito, es una gran verdad. No permitas que la
cotidianidad te haga olvidar que este mundo pronto tendra un fin.
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz
de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo y los muertos en
Cristo resucitarán primero” 1a Tesalonicenses 4:16
Recuerda, el mañana puede no venir para tí. El día
de poner tus cuentas claras con Dios, es hoy.
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