“No
lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera sea
mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo
estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
Filipenses 4:11-13
Excelente
forma de recordar que cualquiera que sea nuestra situación, si la vivimos con
la certeza que Dios las permite para fortalecer nuestro carácter, y recordando
que las pruebas nunca serán más pesadas de lo que podamos soportar; sin duda,
entenderemos mejor el por qué de las situaciones adversas que nos rodean.
Dios
promete, y Dios cumple. Ha dicho que nos acompañará (si se lo permitimos), y así
lo hará. Muy seguramente no nos va a desaparecer los problemas, así como no sacó
a los amigos de Daniel del horno de fuego. Pero sí promete estar en medio
nuestro, aún si pasamos por el fuego, así como estuvo con los jóvenes hebreos.
Dios
no quiere que suframos, solo lo permite para capacitarnos, con la certeza que
con ello, podamos recibir algo mejor.
El
mañana puede no venir para tí. El día de poner tus cuentas claras con Dios, es
hoy.
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